Lo dejo para la parte tres, y hoy es veintiuno de julio de dos mil trece y he aprendido algo muy importante, y es que un enfado provoca lo contrario a arreglar, muchas veces es mejor hablar las cosas, y eso lo sabemos ella y yo ahora, mejor que nunca.
domingo, 21 de julio de 2013
A la segunda va la vencida
Muchos dirán warefak le pasa a este tío, pero el porqué de este título es razonable. El día trece de diciembre de 2013 a las 15:31 mi futura esposa me volvió a agregar, también diréis que como estoy tan seguro de que será mi futura esposa si encima es mi primer amor, la respuesta es porque no hay historia igual, no hay historia interminable como la nuestra, porque no todo principio tiene su fin, puede tener pausas, pero entre ella y yo jamás habrá un final. Me agregó y bueno, a la primera no la hablé, pero a la segunda ya sabía quién era y ya me sonaba, así que hablé con ella por tuenti, parece mentira, pero yo era muy tímido y jamás la hubiera hablado en persona sin antes conocerla. Así qué con algo de nervios la hablé y sólo se me ocurrió un hola, soy tonto lo sé "me lo llama ella y eso a mí me encanta", la conversación empezó primero pregunté sobre quién era y le dije si era una de las niñas que estaba en aquellas escaleras que unían los dos edificios de mi instituto. Hubo algo especial desde el principio, ella por entonces estaba con un chaval que decía estar muy enamorado de ella, más tarde veréis falsedad pura y dura. Yo hablaba con ella como un amigo más, sin darme cuenta de que estaban aflorando unos sentimientos por ella. Me convertí en un profesor muy bueno para ella la verdad y no nos cansábamos de hablar entre nosotros. Lo raro y más tierno, es que en el instituto sólo nos saludábamos con la mirada, ambos muy tímidos, y es que aún puedo sentir su mirada, incluso al verla ahora me enamoro aún más de ella. Yo en los recreos del instituto jugaba mucho al fútbol por entonces y nos mirábamos de reojo muchas veces. Hasta qué un día.
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